Enfoque integrativo

A través de este enfoque, puedes sentirte acompañado/a de manera más cercana y ajustada, sin encasillamientos. Lo importante es que la terapia tenga sentido para ti, y que se convierta en un espacio real de cambio, cuidado y transformación.

Una forma de trabajar flexible, profunda y adaptada a ti.

En mi consulta utilizo un enfoque integrativo, lo que significa que no me limito a un único modelo de terapia. En lugar de aplicar una técnica igual para todo el mundo, adapto el acompañamiento según quién eres, qué necesitas y en qué momento vital te encuentras. La terapia, así, se vuelve más humana, más personalizada y efectiva.

Muchas veces, las personas no encajan en un solo patrón ni en una única teoría. Por eso, un enfoque integrativo me permite combinar herramientas de diferentes orientaciones —como la cognitivo-conductual, la terapia centrada en el trauma, el enfoque humanista o la terapia corporal— de forma coherente y con una base sólida. Lo importante no es la técnica, sino que te sientas comprendido/a y encuentres formas de avanzar.